viernes, 11 de noviembre de 2011

Momentos embarazosos

La rabia se apodera de todo mí ser y debe salir. Explotar. Mi rabia es comparable a lo que provocó el big bang (fuere lo que fuere) e incluso me atrevería a decir que fue mi rabia, acumulada en un solo punto lo que explotó. Quizá tenga mis razones para tal enfado, o quizá no las tenga. Nunca puedes buscar explicación a todo, aunque siempre tienes que intentar encontrarla, tenga, o no tenga solución ese punto concreto. Todos nos hemos enfadado alguna vez, ¿cierto? Y todos hemos tenido esa necesidad de gritar y liberarnos, pero cuando no podemos hacer otra cosa que aguantar con bravura ¿qué pasa? Sí, evidentemente sale por el método más embarazoso durante la fase de del enfado, y es que llorar cuando estás enfadado no es síntoma de debilidad ni delicadeza ni nada de estilo parecido, sino que es un síntoma de fortaleza e inconformismo, es la rabia saliendo por cada uno de tus poros. Sudas e intentas hacer caso omiso de las palabras que se dirigen a ti, sean de buena o mala fe, pero tú sigues en tu empeño de omitirte del mundo, de aislarte. Y al final todo acaba. Una ducha relajante, o estudiar, o simplemente pasarlo bien… Pero ese momento es simplemente un momento en el cual lo único que deseas es acabar ganando tú…y uno en el que normalmente acabas perdiendo.

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